El despacho como tal lleva ofreciendo servicios de asesoría legal desde el año 1996, si bien hasta el año 2002 no trasladamos nuestras oficinas hasta la localidad de Majadahonda, cercana a nuestros domicilios particulares, lo que no permitía ahorrar costes de tiempo en desplazamientos, que bien podíamos repercutir en horas de trabajo y dedicación a los clientes. Las dos titulares del bufete, Nuria MARTÍN RINCÓN y Esther CHAVERO BOTTLÄNDER, nos conocimos en el año 1994 al coincidir trabajando en un macrodespacho de abogados de Madrid capital, donde a la vista de la experiencia adquirida y fruto de la motivación de ambas letradas de sacar un proyecto propio adelante, decidimos establecernos por nuestra cuenta, fundando así Bufete Bottländer & Rincón, S.L.

Nuestro despacho es multidisciplinar, si bien los asuntos relativos a derecho de familia y sucesiones; accidentes de tráfico y procesos civiles en general suelen ser el día a día del bufete. De la misma manera contamos con una amplia cartera de empresas, a las que prestamos una asesoría global, tanto en asuntos laborales y fiscales, como aquellos problemas que puedan surgir en el día a día, tales como reclamaciones de cantidad y asuntos societarios y mercantiles..

Nuestro despacho asesora a empresas y entidades a nivel nacional, así como a multinacionales de prestigio, al igual que a particulares, personas físicas, si bien por motivos de confidencialidad y deontológicos, no debemos de ofrecer datos ni información de los mismos, que pudiera vulnerar el secreto profesional que debe guardar y respetar todo letrado al amparo de su mandato profesional.

Debemos destacar ante todo el aspecto humano y el trato personalizado con el que tratamos siempre al cliente, venga de donde venga. Por así decirlo, la filosofía de nuestro bufete y la máxima que nos mueve en el aspecto profesional, viene a ser el ofrecer al cliente no sólo una defensa legal o procesal según sea el ómbito del derecho del asunto en cuestión, sino el de ofrecerle un apoyo humano muy personalizado, que pueda en muchas ocasiones coadyuvar al cliente a entender el aspecto legal de su asunto en cuestión, para así favorecer y facilitar la relación de confianza que debe imperar en la relación abogado/cliente. Del mismo modo se intenta siempre desde el primer momento y agotando todas las posibilidades para ello, conseguir un acuerdo extrajudicial satisfactorio del litigio, antes de su inicio o continuación, evitando así procedimientos largos, costosos y que concluyen en algunas ocasiones de manera desafortunada o poco resolutiva.

Por otro lado, en el despacho dominamos el uso de varios idiomas, en concreto del alemán, inglés, portugués y castellano, por lo que en nuestro día a día, venimos ofreciendo asesoramiento y defensa legal a clientes de diversas nacionalidades, como quiera que resulta del todo esencial para ambas partes, no únicamente ofrecer una defensa volcada y adecuada a cada asunto en cuestión, sino el poder comunicarse de manera habitual con el cliente, sin los impedimentos propios derivados del no dominio del lenguaje de tu interlocutor.

Tal y como hemos contestado más arriba, la esencia misma de nuestro despacho, radica en no escatimar el tiempo necesario en el trato con el cliente, en orden a conocer de primera mano y de manera exhaustiva, cada detalle propio del problema o conflicto que le ha traído a nosotros, como quiera que en numerosos casos, los asuntos se pierden o se ganan precisamente como consecuencia de pequeños y nimios detalles que se obtienen de las conversaciones e informaciones que te dan los clientes. Precisamente ese trato personalizado y esa confianza con el cliente, nos permite ofrecer mayores garantías de éxito en la resolución de los conflictos. Todo ello unido a la búsqueda incesante del acuerdo extrajudicial, del intento de evitar siempre que sea posible, el recurrir a los Tribunales que, por desgracia, en la mayoría de los casos, dan una solución tardía y no satisfactoria de los problemas planteados.

Consideramos con toda modestia que precisamente en ese trato tan personalizado y humano dirigido al cliente y los denodados esfuerzos de los letrados que formamos el despacho de estudiar de manera profunda y sin escatimar recursos todos los asuntos, nos han hecho merecedores de una amplia cartera de clientes, que no cesa, a pesar de la crisis económica que sufrimos; clientes que en un 90% vienen recomendados por otros satisfechos con nuestros servicios, lo que para nosotros es una fuente de orgullo y motivación para seguir trabajando en la misma línea en pos y para ellos.

Mayoritariamente al ser un despacho multidisciplinar abarcamos prácticamente todos los campos del derecho, con excepción de los asuntos penales, si bien en el día a día, se observa una creciente demanda de clientes que requieren asesoría y defensa en asuntos de familia, divorcios, separaciones, sucesiones, así como accidentes de tráfico y asesoría de empresas y temas mercantiles.

Sin ánimo de resultar repetitivos, nuestro fuerte radica sin ninguna duda en la lealtad al cliente, en la constancia con la que se estudian y preparan los asuntos, sin darlos nunca por perdidos, como quiera que siempre existe un resquicio legal donde agarrarte y con el que preparar tu estrategia legal o procesal. Esta profunda dedicación al cliente, sin duda supone un plus y valor añadido que por suerte nuestros clientes siempre han sabido reconocer y recompensar a través de la recomendación a otros. De la misma manera y en relación con nuestros honorarios profesionales, hemos sabido siempre moderar y adaptar los mismos a las posibilidades del cliente, y desde luego jamás ha quedado desatendido ningún asunto por motivos económicos. En definitiva, esta nuestra profesión, supone no sólo un medio de vida para los letrados que la ejercemos, sino que es esencial la existencia de una motivación y una vocación real, que nos permita cada día ilusionarnos y trabajar en la resolución de los asuntos que se nos plantean.

Todos estos valores añadidos que hemos venido comentando, entendemos han supuesto motivos suficientes para contar con una cartera de clientes fiel, que ante todo sabe y conoce que sus letrados no les van a fallar, que van a pelear sus asuntos hasta el final como si fueran propios, donde la comunicación con el letrado es fluida y habitual, y ante todo sabiendo que el importe de los honorarios resultantes serán perfectamente asumibles por el cliente.

Nuestro despacho tiene su sede social en la localidad de Majadahonda, si bien contamos con una red de despachos asociados por todo el territorio nacional y en las capitales europeas más importantes, que nos facilitan la resolución de asuntos fuera de la Comunidad de Madrid. No obstante ello, siempre que nos encontramos con un asunto que tenga que ser conocido en otros foros judiciales diferentes de los de nuestra comunidad, los asuntos son estudiados y dirigidos desde nuestra sede central, utilizando los servicios de nuestra red de despachos asociados de manera colateral.